lunes, 30 de noviembre de 2009

ENTRADA 7. (TAREA 8)



ANTONIO MACHADO:
"El amor y la mujer"

El sentimiento amoroso no aparece con claridad en sus poemas, porque Machado lo usa siempre en función o en relación con otras preocupaciones que le interesan más (melancolía, fluir del tiempo, tristeza, soledad, etc...).



La mujer en los poemas de Machado presenta tres tratamientos diferentes que corresponden con tres momentos distintos de su trayectoria poética:


Mujer abstracta.

Aparece en Soledades. La mujer no es real, es una aparición o un deseo que nunca llega realizarse (ver los poemas Amada, el aura dice... y Yo voy soñando caminos, entre otros).

La mujer aparece en estos poemas como símbolo del estado de angustia y soledad del que nunca ha conocido el amor.

Mujer concreta: Leonor.

A partir de Campos de Castilla encontramos en sus poemas una mujer concreta. Ya no es una aparición o un deseo. Pero Machado no usará la figura de su esposa como objeto amoroso, sino como excusa para reflexionar sobre el dolor, el tiempo y la muerte o la esperanza de una posible resurrección que justificara la vida humana (todos los poemas dedicados a Leonor en Campos de Castilla están en esta línea).

Mujer concreta: Guiomar.

La figura literaria de Guiomar está inspirada en Pilar Valderrama, mujer con la que mantuvo Machado una relación sentimental en sus últimos años. Poemas dedicados a Guiomar aparecerán a partir de Nuevas Canciones, y en ellos sí aparecerá por primera vez en la obra de Machado un verdadero sentimiento amoroso. En estos versos aparecen las únicas notas eróticas de la literatura machadiana.

En cualquier caso, la presentación de esta relación amorosa es bastante literaria y poco real, ya que nos presenta a Guiomar como una diosa, a él mismo como su trovador, y a la experiencia amorosa como una "dulce herida". Este planteamiento entra de lleno en el tópico de la literatura amorosa provenzal.

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